Con Idoia no solo aprendí inglés, entendí el idioma desde otro punto de vista: desde la diversión y la motivación. Un lenguaje no se puede aprender solo con libros, hay que interactuar con él, y puedo asegurar que en las clases jugaba, literal, con el idioma. Cualquier cosa que hubiera alrededor que a mí me despistaba (que era todo), servía para que Idoia me enseñara. Su paciencia es inmensa JAJAJA. Desde que pasé por sus clases aprender tiene otro sentido.

(2005/2009)